La generación de un espectro continuo con longitudes de onda desde ultravioletas hasta luz visible las convierte en fuentes luminosas ideales para mediciones de absorción de gran precisión en laboratorios.
La HPLC se basa en un proceso de separación en el que la sustancia a examinar se bombea a gran presión a través de la llamada columna de separación. A causa de diferentes efectos recíprocos de las sustancias con los materiales en la columna de separación, las sustancias individuales abandonan la columna de separación con distintos retardos, de manera que es viable separar las fracciones. La sustancia, que ahora está dividida en sus componentes individuales, se puede documentar mediante un detector ultravioleta/visible que mida la absorción en el ámbito ultravioleta.
Para que los dispositivos de análisis modernos alcancen los límites de documentación más bajos y las máximas resoluciones, la generación más reciente de lámparas de deuterio de Heraeus proporciona una intensidad un 50% mayor para valores de emisión entre dos y tres veces más bajos en comparación con lámparas de deuterio convencionales.
Por este motivo, son ideales para ser utilizadas en detectores UHPLC (cromatografía líquida de presión ultra-alta) como se utilizan, por ejemplo, para los análisis de sangre en pruebas de droga.